Ramón Vázquez… Existe el Edén

Ramón Vázquez… Existe el Edén

Francisco Fernández-Rubio

El paisaje cubano ha sido siempre, desde la época colonial, motivo de interés para los artistas de una época en que se destacaron en principio aquellos que procedentes de Europa y formados en la escuela francesa de Barbizón, nos dejaron testimonio de un quehacer que sus continuadores nacidos en la isla, no obstante estar influenciados por el academicismo de sus maestros, dieron origen a la expresión criolla de la pintura paisajista con un concepto  estilo diferentes, que comenzando en el siglo XIX se prolongaría hasta las postrimerías del XX, donde consagrados artistas de la talla de Esteban y Felipe Chartrand, Valentín Sanz Carta, José Joaquín Tejada,  Armando Menocal, Domingo Ramos, Rodríguez Morey y Romanach, entre otros, alcanzaron el más alto reconocimiento por una obra apreciada internacionalmente por la excelencia de su calidad y que al mismo tiempo propiciaba el conocimiento de la exuberancia  y riqueza del panorama cubano con su flor y su fana, sus llanuras, valles y montañas.

Del mismo modo en que generacionalmente fueron variando el concepto y estilo de la pintura cubana en general por artistas que dejaron su impronta en esas diferentes etapas, la que se ha formado a partir de 1959 dentro de una estructura socio-cultural propia del sistema imperante, vemos que adopta formas de expresión que sugieren una tendencia hacia lo metafórico o lo que nos propone el joven Ramón Vázquez en el realismo mágico de su obra, un concepto del paisaje cubano que atrae por la singularidad en que muestra su arte en la gran exposición individual en Cernuda Arte, desde el 5 de agosto hasta el 13 de septiembre, que titulada “Existe el Edén”, nos lleva a evocar las fantasías de Hieronimus Bosch en su “Jardín de las Delicias” que admiráramos en el Museo del Prado, en Madrid, de ese genial precursor del surrealismo.

Con esta exposición cumple la prestigiosa galería del boulevard Ponce de León, con el deseo de los amantes del buen arte de conocer en amplitud la obra de este joven pintor, nacido en Viñales, Pinar del Rio, en 1972, cuyas creaciones se enmarcan, precisamente, en reflejar la majestad del panorama del famoso valle, expresado en su peculiar estilo, con la óptima utilización de los recursos técnicos en la ejecución y  colorido, todo lo cual lo sitúa entre los más notables representativos de la pintura cubana contemporánea a nivel internacional, con un extenso currículum de exposiciones en Cuba, Europa y Estados Unidos. Con humorismo, entrelazando las prominencias de los típicos “mogotes” que caracterizan la región, con árboles, frutas, varonas y varones en las más divertida actitudes en que no falta el ingrediente erótico, Ramón Vázquez nos conduce a un universo imaginario, a una realidad inexistente, pero necesaria como ingrediente vital del ser existencial del que poéticamente nos habla Lesama Lima en otro “Paradiso”.

Notigramas | Agosto 2005

 

De la serie Retratos de Familia, 2005. Acrílico sobre tela. 100 x 80cm